Me gusta esa anécdota que dice que alguien le preguntó a Schumann qué significaba lo que acababa de tocar, qué quería decir. Y la respuesta de Schumann fue volver al piano y tocarlo de nuevo.
Voy a transcribir una poesía de Jacques Prévert. El francés se parece a nuestra lengua. Pero no es nuestra lengua. Eso es lo interesante de leer esta poesía en francés.
Déjeuner de matin
Il a mis le café
dans la tasse
il a mis le lait
dans la tasse de café
il a mis le sucre
dans le café au lait
avec la petite cuiller
il a tourné
il a bu le café au lait
et il a reposé la tasse
sans me parler
il a allumé une cigarette
il a fait des ronds
avec la fumée
il a mis le cendres
dans le cendrier
sans me parler
il s’est levé
il a mis son chapeau
sur sa tête
il a mis son manteau de pluie
parce qu’il pleuvait
et il est parti
sous la pluie
sans une parole
sans me regarder
Et moi j’ai pris ma tête
dans ma main
et j’ai pleuré
Viene bien leer nuestra lengua del mismo modo que leemos esta poesía. Dejémonos sorprender por las palabras que conocemos, las conocemos mucho menos de lo que estamos dispuestos a creer. El que se arriesga a escuchar sin prejuicios, y sin la exigencia de aplastar lo que se escucha en un cotidiano conocido, escucha otra cosa.