El Arte de Escribir

La escritura es una de las tantas expresiones artísticas.
Narrativa y/o Poesía. Con un estilo propio.

jueves, 28 de abril de 2011

ANÁLISIS LITERARIO



Para abordar el análisis literario (y cuando digo literario estoy poniendo el acento en la creación, no en la comunicación) de un texto, propio ajeno poético prosístico, les propongo tener en cuenta estos recortes, extraídos a su vez de textos escritos por Alejandra Pizarnik, César vallejo, Felisberto Hernández, Jorge Luis borges, y Julio Cortázar (en ese orden):

Esperando que un mundo sea desenterrado por el lenguaje, alguien canta el lugar en que se forma el silencio. Luego comprobará que no porque se muestre furioso existe el mar, ni tampoco el mundo. Por eso cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa.
A:P:

Altura y pelos

¿Quién no tiene su vestido azul?
¿Quién no almuerza y no toma el tranvía,
con su cigarrillo contratado y su dolor de bolsillo?
¡Yo que tan sólo he nacido!
¡Yo que tan sólo he nacido!

¿Quién no escribe una carta?
¿Quién no habla de un asunto muy importante,
muriendo de costumbre y llorando de oído?
¡Yo que solamente he nacido!
¡Yo que solamente he nacido!

¿Quién no se llama Carlos o cualquier otra cosa?
¿Quién al gato no dice gato gato?
¡Ay, yo que sólo he nacido solamente!
¡Ay, yo que sólo he nacido solamente!
                                                                        C.V.

El teatro donde yo daba los conciertos también tenía poca gente y lo había invadido el silencio: yo lo veía agrandarse en la gran tapa negra del piano. Al silencio le gustaba escuchar la música; oía hasta la última resonancia y después se quedaba pensando en lo que había escuchado. Sus opiniones tardaban. Pero cuando el silencio ya era de confianza, intervenía en la música: pasaba entre los sonidos como un gato con su gran cola negra y los dejaba llenos de intenciones.
F.H.

Nadie puede contar un argumento de un texto de Cortázar, cada texto consta de determinadas palabras en un determinado orden. Si tratamos de resumirlo verificamos que algo precioso se ha perdido.
J.L.B.

Para mí, la escritura es una operación musical. Lo he dicho ya varias veces: es la noción del ritmo, de la eufonía. No de la eufonía en el sentido de las palabras bonitas; por supuesto que no, sino la eufonía que sale de un dibujo sintáctico (ahora hablamos del idioma) que al haber eliminado todo lo innecesario, todo lo superfluo, muestra la pura melodía.

He tratado de que la frase no solamente diga lo que quiere decir, sino que lo diga de una manera que potencie ese decir.

Nadie ha podido explicar qué cosa es el swing. La explicación más aproximada es que si vos tenés un tiempo de cuatro por cuatro, el músico de jazz adelanta o atrasa instintivamente esos tiempos, que según el metrónomo deberían ser iguales. Eso da un ritmo especial.
J.C.

La única modificación que les propongo es que donde Borges dice Cortázar pongan el apellido que se les cante de un autor de un texto que funcione. Porque cuando digo análisis me refiero a investigar si lo que se plantea en todos estos recortes se da, si se da de manera particularísima en ese texto que analizo, dentro de una estructura que permite que se mantenga en lo significativo del lenguaje, al límite, sin caer en el puro caos de palabras que no remiten a nada. Por el contrario: si el doble sentido nos lleva a puntos cargados de significación, a esos puntos haiku donde el lenguaje rompe con fuerza y nos revuelca contra la arena del fondo, ese texto está vivo y funciona. A mí en lo particular, de un texto literario, no me interesa analizar ninguna otra cosa.