jueves, 16 de abril de 2009
les mouettes
Este texto surgió del encuentro con una construcción, un paisaje. Las líneas siempre fueron importantes para mí. Remarco la cuestión del encuentro, porque creo que un sustrato de escritura no se va a buscar haciendo turismo o yendo de excursión. Más bien se produce el encuentro si se está atento. Lo que va a escribirse salta sobre el que está dispuesto, que no puede ser un turista. Un turista está de paso, va de visita, va a ver. No se compromete. El que escribe choca con algo que ya no es puramente externo: el encuentro hace que sea externo e interno, y desde ahí se escribe.
"...........Desde ese lugar, y sólo desde ese lugar, si uno mira, a lo lejos, se ve el mar. Se ve. El mar con sus pájaros de agua. Voladores de espuma, tejedores de itinerarios invisibles. Sus calles convergen sobre estas otras calles, estas calles terrestres que vuelan también hacia lo alto. El trazo del aire, del agua y de la piedra forman el cuerpo de este pequeño mundo, extraído del gran mundo para plasmarlo en el papel........................."
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