Hay periodistas especializados que se preocupan mucho por saber si un cuento o una novela son autobiográficos. Y, si tienen la posibilidad, corren a sacudir al autor para que confiese en qué parte o qué anécdota corresponde a algo que le pasó, que siente o piensa o cree en su vida real. Hay quienes se dedican a descubrir en las ficciones los alter egos de los autores, sus asuntitos personales y privados, sus tendencias y deseos ocultos. Como si enterarse de todas esas trivialidades cotidianas del autor aportara algo a la novela o al cuento que escribió, como si la novela o el cuento necesitaran de esos aportes soportes para funcionar.
El autor ya hizo lo que pudo con lo que tenía. Todo y nada es autobiográfico. Todo porque hasta la más mínima línea la escribe desde sí mismo, nada porque siempre se es otro, no sólo cuando se escribe. Sus realidades, las realidades de cada uno, son ficciones también, funcionan como tales. Para qué perseguir las ficciones que dieron origen a otras ficciones, cuando se tiene una ficción escrita que funciona o no funciona, pero en todo caso debería hacerlo por sí misma. Una ficción que funciona no necesita explicaciones, ni adendas, ni aclaraciones, ni interpretaciones silvestres. No necesita las sombras de su autor para ser leída. Porque si las necesita, hay algo en ella que no funciona. Y si no las necesita, ¿para qué meterse con las cuestiones personales del autor?. ¿Tanto interesa la vida del que escribió algo, en sus detalles nimios?
A un músico ¿le preguntarán también si su composición es autobiográfica?. ¿Si ese acorde disonante lo sacó cuando escuchó sonar la alarma del auto de su abuela? ¿Si escribió en clave de sol porque hacía buen tiempo? ¿Si le puso fa sostenido porque así se llama su perro?
Si digo que hay un pájaro rojo en mi jardín, y muestro la foto para que me crean, y escribo en mi novela que hay un pájaro rojo en mi jardín, ¿interesa si puede llegar a tratarse del mismo pájaro, si lo puse por eso, si se relacionan estas tres ficciones que propongo y cómo? Me refiero a si interesan en relación a la tercera ficción propuesta: el pájaro rojo en mi jardín de la novela; como planteo literario, no filosófico. ¿No tiene suficiente interés lo que está escrito y cómo? ¿No es bastante?
Ah, Magritte, Magritte. Volvé que te queremos. Ceci n’est pas une pipe.
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