Si los estudiantes toman los colegios públicos para hacer escuchar sus reclamos y hacer valer su derecho a estudiar en lugares dignos (lo básico: que no se lluevan, que no se les caigan los techos en las cabezas, que tengan calefacción, que las aberturas abran y cierren correctamente, que tengan instalaciones sanitarias en condiciones, que la instalación eléctrica sea segura, que las salidas de emergencia no estén bloqueadas, ningún lujo), el acento va a parar en que tomar un edificio público es un delito, por lo tanto a los estudiantes se los está tildando de delincuentes. Delito, delincuentes, estudiantes, tomas: todas palabras graves.
Ahora bien: el Ministro de Educación porteño, que acentúa las tomas de esta manera, considera que lo importante es estudiar, respetar la ley y cumplir con los 180 días de clase dentro de esos lugares a los que parece tildar de pipí-cucú. Educación, estudiar, respetar, cumplir, pipí-cucú: todas palabras muy agudas.
Lo que pasa es que nadie (o casi nadie) pone el acento en que nuestros jóvenes defienden la Escuela Pública tomándola, en cambio el estáblishment de la educación porteño hasta ahora se la pasó destruyéndola (presupuesto minúsculo, grandes ínfulas pero nada de músculo) y dando excusas ridículas. Pública, jóvenes tomándola, estáblishment destruyéndola, ridículas minúsculas ínfulas, músculo. Todas esdrújulas.
Pero entonces esto obliga a cuestionar las reglas ortográficas, porque:
.Escuela Pública tomas jóvenes estudiantes presupuesto ejecutado en obras urgentes y necesarias para un estudio digno: pasarían a ser palabras agudas.
.Graves, acá serían: estáblishment de Educación, obligar a cumplir sin importar la condición, destrucción de lo Público, dejar caer, no mantener, no cumplir ni con lo básico del deberpúblico estatal hacia la Educación Pública.
.Lo esdrújulo del caso es que si hacemos todas estas excepciones, las reglas ortográficas de acentuación ya no nos sirven para nada. Como no nos sirve el actual estado edilicio de los colegios públicos debido a la actual política de administración pública. Como no nos sirve la cara de Pilatos de los funcionarios públicos porteños en relación a sus responsabilidades en todo este desastre público. Como no nos sirven los micrófonos acusadores de algunos que tienen chapa de periodista y la posibilidad de salir al aire y afilan sus micrófonos para poner las tildes con furia sobre las cabezas de los estudiantes y se esconden esos mismos micrófonos en algún hueco ortográfico donde les quepan mientras reverencian a los funcionarios públicos porteños, cuya única responsabilidad de funcionario público (como corresponde sólo hay tilde en única, en responsabilidad nunca) en lo que respecta a la Educación Pública Porteña parece ser poner los acentos donde no deben y burlarse públicamente de las reglas ortográficas y de unas cuantas cosas más. Esto es grave.
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